¿Por qué operar despierto?

Los gliomas pueden crecer cerca o incluso dentro de zonas cerebrales que llamamos áreas elocuentes, es decir, que forman parte de las redes cerebrales que controlan diferentes funciones como pueden ser el lenguaje, la movilidad, la sensibilidad o la coordinación. Siendo así, tratar de extirpar todo el tumor podría dañar zonas cerebrales sanas y producir déficits neurológicos que previamente no existían.

Afortunadamente, existe una manera de establecer un límite funcional entre el tumor y el cerebro sano: operar a la persona despierta mientras realiza tareas especificas que ayudan a monitorizar funciones concretas. Esto nos ayudará a realizar una resección lo más amplia posible, de una manera segura y sin dañar las funciones cerebrales que queremos preservar en cada caso individual.

Este tipo de cirugía cobra especial interés en los gliomas de bajo grado ya que, gracias al lento crecimiento de éstos y al fenómeno de plasticidad cerebral, el cerebro funcional adyacente al tumor se va adaptando, haciendo que los límites habituales se modifiquen y sea posible llevar la resección más allá.